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sábado, 8 de diciembre de 2012

muerte repentina. Ahmed Abdelmoti Hegazy



















Escribí mi número telefónico,
Mi nombre y mi dirección;
Si de repente muero
Mis amigos vendrán y me identificarán.

Imagino lo que pasará
Si no vienen.
Me quedaré en la morgue dos largas noches,
Temblarán los fríos alambres del teléfono en la noche,
Sonará el timbre,
Sin contestación... una... dos veces.

Alguien le dirá a mi madre que estoy muerto.
Mi madre, -triste campesina-
¡Cómo caminará sola en la ciudad
Mi dirección en su mano!
¡Cómo pasará la noche a mi lado
En el silencioso salón,
Vencida en su soledad,
Consolada en la reclusión de su dolor,
Sola, meditando
Sobre sus penas ocultas,
Tejiendo mi mortaja con negras lágrimas!

Quisiera que mi madre hubiera tatuado el brazo de su hijo
Para que yo no me extraviara,
Para que no traicionara a mi padre,
Para que mi primera cara no se escondiera bajo la segunda.
Cuando veo a hombres y mujeres salir en silencio
Después de pasar dos horas conmigo
Sin cruzar mirada alguna, sin contemplar otras escenas,
Cuando veo que, en la vida, no hay locura
Y sobre nosotros vuela el pájaro de la quietud,
Siento como si de verdad estuviera muerto y yaciera en silencio
Contemplando este mundo agonizante.




Tradución del inglés de Claire Pye.

http://www.festivaldepoesiademedellin.org




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